La pandemia impulso una serie de cambios, en distintos procesos que ahora funcionan de manera digital. La transformación digital en la gestión de riesgos también se debe implementar como un proyecto de cambio cultural.
Como tantas veces hemos escuchado, todo cambio es a la vez AMENAZA y OPORTUNIDAD, Ying y Yang. Empresas y los profesionales de prevención deben identificar las oportunidades asociadas a esta transformación digital. Al mismo tiempo tener presente la necesidad de hacerse cargo de las amenazas implícitas o explícitas que puedan surgir.
Un primer factor crítico de éxito es identificar el objetivo que se quiere alcanzar en el ámbito de la SST mediante la introducción de tecnología.
Beneficios de la Transformación Digital en la Gestión de Riegos:
- simplificar y optimizar la recolección y manejo de datos requeridos por los actuales sistemas de gestión de la SST.
- obtener información que permita detectar oportunamente los riesgos y así evitar accidentes.
- Potenciar la protección de personas mediante el uso de equipos dotados de sensores.
- Eliminar riesgos al automatizar procesos mediante robots, drones o similares.
- Introducir tecnología en la capacitación y desarrollo de competencias.
También es necesario recordar que los procesos de transformación digital se soportan sobre las competencias de las personas que integran los equipos en los cuales se introduce dicha transformación. Dichas personas deben recibir el apoyo necesario para desarrollar las competencias que les permitan utilizar la tecnología de forma correcta, y así alcanzar los objetivos estratégicos definidos. De no ser así, es posible que algunas personas resistan o se opongan al cambio, para no quedar o parecer obsoletas.
Si reconocemos las oportunidades y amenazas, ya tenemos el punto de partida para iniciar este proceso de cambio que parece inevitable para todas las organizaciones que deseen ser exitosas en los próximos años.
Para los líderes y profesionales de SST existen múltiples oportunidades en un proyecto de Transformación Digital en la Gestión de Riesgos, para lo cual deben reconocer el ying y yang que este desafío conlleva, y así trabajarlo de manera sistémica.
Este columna fue publicada en la edición de febrero-22 de Negocios&Construccion.
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