Hace poco más de 100 años se construyó la primera torre de control aéreo. Fue en 1920 en el que era el principal aeropuerto de Londres, ubicado en Croydon. Actualmente, en todos los aeropuertos existe una torre de control, con un rol muy importante para prevenir accidentes.
Desde este centro de control se accede a información en línea sobre la operación en tierra y aire, que proviene de distintas fuentes (condiciones climáticas, operación de la pista, situación de cada vuelo, entro otras). Además se toman decisiones sobre las actividades críticas (rodaje, despegue y aterrizaje) con prioridad en la seguridad, considerando también la planificación de los tiempos.
Para realizar lo anterior, el control aéreo cuenta con:
- Tecnología para procesar información en línea
- Medios de comunicación directa con la operación en tierra y aire.
- Autoridad para tomar decisiones sobre la operación.
Así se cumple una labor fundamental en la seguridad aérea que permite coordinar movimientos de los aviones, y modificar rutas, para una operación eficiente, pero sobretodo seguro.
La prevención de accidentes, sobretodo graves y fatales, es una prioridad en cada obra. Entonces me parece que debemos considerar el disponer de “Una Torre de Control en la Construcción” para monitorear la operación, informar alertas y autorizar procesos críticos en materia de seguridad.
Para lo anterior, es necesario disponer de una plataforma de información que integre datos como; reporte de incidentes y accidentes, cumplimiento de estándares y normativa, procesos críticos diarios, condiciones ambientales, competencias de cada trabajador, entre otros. Con esta información se pueden identificar, y mitigar los riesgos.
De manera similar a una torre de control aéreo, esta unidad debe generar comunicaciones en línea sobre la operación de procesos claves, informar de situaciones de emergencia, y activar medidas de mitigación. Por supuesto que junto con la seguridad se deben considerar los requerimientos de calidad y costos establecidos.
La tecnología ya está disponible. El desafío es el cambio cultural que requiere una estructura que defina el flujo de información critica, invierta en tecnologías adecuadas, asigne roles claros para la gestión de procesos claves y criterios ante situaciones de emergencia. De esta manera podremos seguir avanzando en la seguridad de cada obra, junto con mejorar la productividad tan necesaria para la construcción.
Una torre de control para la seguridad, actuará como una plataforma de información integrada, que permita tomar decisiones en tiempo real, para detectar y mitigar riesgos, junto con comunicar información clave para la coordinación de actividades críticas.
Esta nueva forma de gestionar la información no solo facilita la decisión de las operaciones diarias. También permite revisar tendencias y así detectar oportunidades de mejora en distintos procesos asociados a la construcción, competencias de los trabajadores y prevención en general.
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