Con indicadores proactivos podemos anticiparnos

Gestión de la Seguridad Basada en Datos

 

En el artículo anterior revisamos las limitaciones que tiene medir la seguridad contando los accidentes y días perdidos, y como si ponemos foco en aquellas situaciones que pueden generar un accidente (desvíos o hallazgos en seguridad) se abre todo un mundo de posibilidades para anticiparnos a los accidentes y mejorar la productividad de las obras.

Una clásica afirmación atribuida a Peter Drucker establece que “lo que no se puede medir no se puede gestionar”. Entonces resulta clave saber que estamos midiendo en seguridad para justamente gestionar los riesgos en cada obra.

Tal como existen indicadores en finanzas, ventas, producción, y otras materias, en prevención de riesgos también debemos tener formas de medir como lo estamos haciendo. La siguiente pregunta que debemos hacernos entonces es ¿qué indicadores debemos tener para medir la seguridad en las obras?

Tanto en Chile como en el resto del mundo, los indicadores de uso más frecuentes para evaluar el estado de la seguridad en los centros de trabajo son los denominados “indicadores reactivos” (Lagging Indicators), que registran eventos ocurridos en el pasado. Es así como estos indicadores cuentan los accidentes o días perdidos en el último mes, trimestre, y año. De esta manera podemos conocer las tasas de accidentabilidad, siniestralidad, mortalidad, frecuencia, etc. de cada empresa o centro de trabajo.

Si bien estos indicadores son fáciles de medir, ponen foco en lo que ya paso, pero nos dan muy poca información sobre el nivel de seguridad presente, y menos sobre lo que pueda pasar más adelante.

Es por esto que cada vez toman mayor relevancia las mediciones basadas en los “Indicadores Proactivos” (Leading Indicators), que registran otras variables y así detectar señales que nos den cuenta de que tan controlados están los riesgos, en base a modelos de cultura de seguridad y conocimiento previo de las causas raíces de los accidentes.

Algunos ejemplos de “Indicadores Proactivos” son: niveles de cumplimiento en controles críticos, hallazgos detectados por nivel de gravedad, tiempos de respuesta en resolver las situaciones de riesgos, personas capacitas en distintos niveles jerárquicos, y muchos más.

Si bien los indicadores proactivos son más difíciles de medir, nos entregan información sobre los riesgos presentes, y la capacidad de la organización para responder oportunamente antes de que pueda ocurrir un accidente. De alguna manera nos da pistas de la probabilidad de que ocurra un accidente

La recomendación es utilizar ambos tipos de indicadores pues nos entregan información complementaria para gestionar la seguridad de las obras.

Una gestión de riesgos que toma decisiones a partir de datos, fomenta la mejora continua, aporta a la productividad y al desarrollo de la cultura de seguridad.

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