Si sabemos que la digitalización tiene múltiples beneficios para las empresas, y
posiblemente quienes no avancen en esta materia no permanecerán en el tiempo,
entonces ¿por qué no se ha avanzado al mismo ritmo que otras industrias?.
Si declaramos que prevenir accidentes es una prioridad, incluso un valor empresarial, ¿Por
qué no se invierte más en prevención de riesgos?
Posiblemente muchos han tenido o conocido malas experiencias en proyectos de
digitalización, y por eso evitan o demoran invertir en tecnologías. Por esto, en esta
columna exploraremos las barreras que pueden aparecer en un proceso de digitalización
de la prevención de riegos, y la mejor manera de abordar estas dificultades.
– Proyectos a largo plazo: En lugar de planificar proyectos con calendarios de 2 a 3
años, es mejor considerarlos como una serie de fases con metas claras a corto
plazo. Esto permite demostrar progresos y beneficios más temprano.
– Falta de claridad sobre los beneficios: Se debe comunicar claramente los beneficios
de la digitalización de la prevención de riesgos, enfocándose como mejora la
seguridad de los trabajadores y la eficiencia operativa.
– Estructura organizacional estática: Un proyecto de estas características implica un
cambio en la cultura organizacional. La estructura debe ser flexible adaptarse a la
nueva forma de trabajar.
– Falta de recursos asignados: Asegura que se asignen recursos adecuados,
incluyendo presupuesto, tiempo y prioridad.
– Trabajo en silos: Se debe promover la colaboración entre áreas, y el flujo de
información debe conectar los silos de trabajo.
– Comunicación insuficiente: Se deben establecer canales de comunicación efectivos
para mantener a todos los involucrados informados sobre el progreso y los
cambios.
– Falta de conocimientos: Es importante proporcionar capacitación y desarrollo de
habilidades a ejecutivos y trabajadores, para que estén preparados en utilizar las
nuevas tecnologías y procesos.
– Falta de participación de subcontratistas: Es clave involucrar a los subcontratistas
desde el principio, asegurando que compartan la visión y objetivos del proyecto.
– Penalizar errores en lugar de aprender de ellos: Fomenta una cultura que valore el
aprendizaje, en vez de castigar errores. Esto motivará a las personas a reportar
incidentes y buscar soluciones.
– Falta de indicadores de éxito: Establece indicadores clave de rendimiento (KPIs)
que permitan medir el éxito del proyecto y realizar ajustes cuando sea necesario.
– Ausencia de plan de gestión de riesgos del proyecto: Desarrolla un plan de gestión
de riesgos sólido que identifique y mitigue las posibles amenazas al éxito del
proyecto.
La digitalización de la prevención de riesgos no debe considerarse como un proyecto con
un inicio y fin definidos. Debe ser entendida como una forma de trabajo en constante
evolución. Esto implica la implementación de mejoras incrementales, la adaptación a
nuevos procesos o cambios en los existentes y el compromiso continuo con el desarrollo
de las personas.
Resulta clave encontrar el equilibrio adecuado entre las personas, los procesos y la
tecnología. No se trata simplemente de implementar nuevas herramientas digitales, sino
de asegurarse de que estas se integren de manera efectiva en los procesos existentes y
que las personas estén capacitadas y comprometidas en su uso.
En resumen, la digitalización de la prevención de riesgos es un proceso desafiante pero
necesario. Al adoptar un enfoque equilibrado entre personas, procesos y tecnología, y
abordar las dificultades de manera proactiva con las soluciones adecuadas, se puede
avanzar hacia un entorno de trabajo más seguro y eficiente, con beneficios a largo plazo
para la organización y sus trabajadores.
Con todo lo anterior, me vuelvo a preguntar ¿por qué aun muchas empresas no toman la
decisión de avanzar en la digitalización de sus procesos de prevención?
Superando las Barreras en la Digitalizacion de la Prevencion de Riesgo