Si durante un mes (u otro periodo de tiempo) no tenemos accidentes, ¿podemos entonces decir que la seguridad está controlada?
La ausencia de accidentes puede ser el resultado de un control de riesgos exitoso, o también consecuencia del azar, ya que, al ser eventos probabilísticos, estos pueden ocurrir, o no, cada cierto periodo de tiempo.
Prueba de lo anterior, son esos grandes accidentes que han ocurrido en empresas que llevan mucho tiempo sin accidentes. Durante esos días sin siniestros, probablemente el riesgo está presente, se manifiesta de distintas maneras, sin llegar a generar un accidente… ¡hasta que ocurren!
El gran peligro es creer que porque nuestra tasa de accidentabilidad es baja (o incluso cero), entonces estamos libres de sufrir un accidente grave o fatal.
Los indicadores tradicionales, como la accidentabilidad, siniestralidad, o frecuencia, entre otros, nos dicen qué ocurrió en el pasado, pero nada dicen sobre qué tan controlado están los riesgos y que tan probable es que ocurran accidentes en el futuro.
Una gestión de seguridad exitosa no puede medirse en base a la ausencia de accidentes, sino que se debe evaluar como la capacidad para detectar y gestionar oportunamente los riesgos propios de una obra.
Es por esto que necesitamos contar con indicadores que nos informen sobre qué está ocurriendo en el día a día en cuanto al control de los riesgos. Se denominan indicadores Proactivos (Leading Indicators) aquellos que miden el funcionamiento del modelo de gestión de seguridad, generan alertas tempranas sobre los puntos débiles y así nos permiten anticiparnos a los accidentes.
Algunos ejemplos de indicadores proactivos son:
- Número de días en resolver un hallazgo, o situación de riesgo detectada.
- Número de hallazgos resueltos a tiempo
- Días sin hallazgos detectados
- Número de inspecciones realizadas en instalaciones, equipos o procesos
- Porcentaje de cumplimiento de las inspecciones
- Cantidad de reportes de trabajadores, y cuántos trabajadores notifican
- Buenas prácticas reportadas
- Número de incidentes gestionados (e investigados) en profundidad
- Número de reportes realizados por los líderes y profesionales
- Número de charlas de seguridad realizadas y porcentaje de trabajadores que participan
Estos son solo algunos ejemplos. No es necesario usar todos estos indicadores, y por supuesto que cada empresa puede agregar otros propios de su operación. Como he mencionado en otras columnas, el desarrollo de la cultura de seguridad debe ser a la medida de las características de cada empresa.
Lo que sí es transversal, es que incorporar estos indicadores junto con contribuir a la prevención de accidentes genera un aporte importante a la correcta operación del día a día. Es así como existen muchas posibilidades de gestión al medir la seguridad con nuevos indicadores más allá del clásico conteo de los accidentes y días perdidos ocurridos el último mes.
Para manejar estos indicadores, necesitamos contar con plataformas de gestión de información que faciliten el reporte, entreguen información en línea, activen alertas preventivas, manejen grandes volúmenes de datos, y todo lo anterior sin colapsar el tiempo de los profesionales.
Hasta hace algunos años, era muy difícil incorporar estos indicadores, pues en la práctica no podíamos capturar datos desde la línea operativa, se requería mucho tiempo con planillas de cálculo, y la información llegaba con semanas o meses de atraso.
Ahora, las plataformas digitales de prevención de riesgos permiten superar las dificultades mencionadas, y agregar indicadores de gestión que, junto con mejorar la seguridad, aporten a la productividad.
Así como en finanzas, operaciones o ventas se toman decisiones basadas en datos. De la misma manera, debemos hacer prevención basada en información en tiempo real, de manera integrada a la operación normal, definiendo prioridades para asignar recursos, detectando tendencias, estableciendo líneas de mejoras, y controlando procesos.
¿Y Uds qué indicadores usan para evaluar el nivel de seguridad en sus empresas?
